jueves, 3 de septiembre de 2015

Desnutrición infantil



La infancia es una etapa trascendental dentro del proceso evolutivo del ser humano. En ella se producen dos fenómenos: el crecimiento y el desarrollo. Para que estos se den, es imprescindible que el niño reciba una alimentación adecuada. Los daños provocados por desnutrición en la infancia pueden ser muy serios, ya que es la etapa de mayor impacto en el cerebro del niño, se pueden producir alteraciones metabólicas y estructurales irreversibles o incluso la muerte.

Algo así nos parece impensable, pero esta situación es una de las grandes pandemias de los países empobrecidos, con más de cinco millones de muertes infantiles directamente provocadas por desnutrición. Las dietas insuficientes son el día a día de millones de niños en África, Sudamérica y Asia. Algo que en apariencia es tan banal como un peso por debajo de la media es una tragedia en los países pobres.

Cuando una dieta es carencial y no ofrece lo que el niño necesita para su funcionamiento normal, no solo se ve afectado su desarrollo, sino que le hace mucho más vulnerable a enfermedades como una infección de orina o una gripe. Enfermedades comunes que para un niño malnutrido puede suponer la muerte.



 Países como Chad, Burkina Faso, Eritrea, República Popular del Congo o India cuanta con una tasa de desnutrición aguda del 15% entre la población infantil. Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, 20 millones de niños en el mundo sufren malnutrición aguda severa. A pesar de cifras tan escalofriantes, la atención internacional sobre este problema es más bien escasa. Hay una carencia extrema de estrategias de ayuda y si las hay, son limitadas e insuficientes.

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